Trata de una mujer que dio a luz a dos niñas, llamadas Valeria, que tiene 17 años, y Raven. Su madre las abandonó y ellas se ven obligadas a trabajar para poder pagarse una habitación del motel en el que vivían; también tuvieron que dejar los estudios y dedicarse a trabajar: Valeria trabajaba de modelo y Raven andaba por toda la cuidad seduciendo a los hombres para poder ganar algo de dinero tanto ella como su hermana, porque necesitan el dinero para poder abastecerse. En realidad, se llamaba verdaderamente Rachel pero se cambió a Raven. Solía recoger a su hermana en la comisaría ya que tenían problemas mientras ella trabajaba para que no fuesen expulsadas del motel donde vivían. La calle parecía que estaba dividida: por un lado los ricos, con unas casas preciosas y al otro los de baja clase, parecía que había una barrera que los separaba ya que nunca se cambiaban de acera. Una tarde Valeria escucho una música y le llamo la atención, la siguió y observó a un niño que se encontraba tocando la guitarra,estaba cerca del motel donde ella vivía. Con el tiempo se hacen amigos y él le enseña el valor que pueden llegar a tener las cosas y poder así conseguir cambiar a Valeria para hacerla sonreír.
Le recomendaría este libro a las personas les guste la dinámica de situaciones difíciles de la vida real que desgraciadamente siguen existiendo hoy en día y puede ser una historia que sirva también de desarrollo de la madurez.
Con el personaje que más me identifico es con Simon, el chico aparece en el libro: es un personaje que ayuda a la chica, Valeria, a ver las cosas de manera diferente, le hace ver las cosas de modo que valora las cosas ya que antes no las había valorado de una manera adecuada.
Cortés, Clara: Al final de la calle 118. Plataforma, 2015.
Ana María García, 1ºC
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