Leyendo

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domingo, 6 de noviembre de 2016

Menos mal que la fiebre del primer amor sólo se pasa una vez


Todo lector que se precie debe contar esta deliciosa novela entre sus lecturas. Sencillamente no podrás dejar de leer, la voz en off que cuenta la historia te atrapará desde la primera frase melancólica y evocadora que empieza a hablar de Manderley, una mansión de ensueño donde se desarrollará la mayor parte de la acción y que se convierte en uno de los protagonistas principales de la obra. El arte de contar historias es dominado a la perfección por la autora de este libro, que sabrá convertir un lugar, Manderley, y un personaje, Rebeca, en parte de nuestro repertorio literario. Por otra parte, tiene el mérito de haber sabido representar en la chica protagonista la esencia de la adolescencia: su inocencia, su pureza, su apasionamiento, sus ilusiones y sus sufrimientos, sus miedos y sus indecisiones, todo en ella encarnan esa etapa de la vida en la que estamos a punto de alcanzar la edad adulta pero todavía no hemos ingresado en el mundo de los mayores. La obra está salpicada de reflexiones sobre la edad adolescente, hechas por la protagonista desde su madurez, que servirán para que nos identifiquemos inmediatamente con su alegría, con su dolor, con sus temores, con su enamoramiento apasionado por un hombre al que apenas conoce y al que va a ligar su vida para siempre. Las descripciones de Manderley son preciosas hasta el punto de que todos desearemos haber vivido allí alguna vez, haber tomado el té en la biblioteca junto a la chimenea y haber paseado al famoso perro de lanas hasta la orilla del mar. Por último, destacaré la acción de esta novela que está tan bien tramada que dará un par de giros inesperados y emocionantes a lo largo de la obra, sin que dé pistas al lector para imaginar siquiera lo que se esconde detrás de los lugares y los personajes descritos en ella.


Du Maurier, Daphne: Rebeca. De bolsillo, 2014.
Reseña realizada por Mª José Rodríguez (departamento de Lengua y Literatura).

Hay que repartir un poco mejor las ganancias de la vida, que hay mucha injusticia


Recomendamos esta obra de teatro porque es divertida. En ella hemos aprendido, en primer lugar, que hay que planificar bien los robos. También que no debes juzgar a nadie sin conocerlo y que nunca sabes dónde puede estar el amor de tu vida. Hay muchas palabrotas, pero tienen un sentido, porque te dicen cómo son los personajes, los definen.



Alonso de Santos, José Luis: La estanquera de Vallecas. Ed. Antonio Machado, 2015.
Reseña realizada por los alumnos del PMAR de 2º ESO

Cuando una mujer sola deja abierta su puerta, es que ya no tiene miedo a nada


Con la lectura de esta obra teatral hemos aprendido que la abuela sentía dolor y seguía en pie, como dice el título, porque aunque esté muerta por dentro sigue luchando. También hemos aprendido que entre mentira y mentira te puedes acabar enamorando. Con esta historia te das cuenta de que hay personas que no son de tu familia y puedes confiar más en ellas que en tus familiares. Esta es una historia para los que les guste el drama.


Casona, Alejandro: Los árboles mueren de pie. Edaf, 2010.
Reseña realizada por los alumnos de PMAR, 2º ESO